domingo, 12 de septiembre de 2010

Muñeca

Erase una vez una muñeca con pelo de lana amarillo.
Le pertenecía a un joven gigante que solía boxear.

Era suave a pesar de no aparentarlo y quería bastante a la muñeca.

Ella se llamaba Lyra y como la gran mayoría de las muñecas tenia una sonrisa pegada en la cara y como la dejaban se quedaba.

Ellos tenían una muy buena relación. Ella nunca hablaba, pero el le entendía igual. Si ella no tenia que decir, el ponía palabras en su boca. Cuando el necesitaba consejos, ella siempre estaba.

Un día pelearon, ella no entendía tan bien el porque de las cosas, ya dijimos que tenia el pelo amarillo, y terminó encerrada en un closet.

Después de unas cuantas semanas el la saco y la vida volvió a la normalidad.

Un día al poco tiempo, la dejo boca arriba mirando al techo mientras el iba a entrenar.
Unas tres horas después volvió y la sentó en la silla del programador. Le dijo:
"Ok Lyr, ahora te toca, tu haz la parte del bla bla, ahí es donde sirves."

Ella la cabeza un poco ladeada lo miraba con sus ojos amarillos. Después de un rato, intercambiaron de silla y el terminó escribiendo lo que ella le había dictado.