Ella estaba curada.
Tu volviste, te mostraste tal como eres.
Y ella volvió a caer al abismo.
Deja de mostrarle tu verdadera cara.
No quiero que enloquezca.
Deja la ir.
Vuelve a ser el que ella no necesita y menosprecia.
De todos modos. Sin importar que la pesques o no, que la quieras, que la tengas, o no.
Seguirá siendo MÍA.
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