miércoles, 13 de octubre de 2010

La vida como podría ser

Pascale nos muestra el nuevo departamento.
"Todo lo compré en Portico.
-Me gusta, el ambiente plateado es hermoso, puede que le falte un poco de personalidad pero ya vendrá eso cuando lo habiten, comenta Lyra"
Primera pieza, funcional, cama con ropa gris combina con los muros azul pastel.
Los muebles son blanco y negro y todas las manillas plateadas.
Pocos elementos decorativos y todos de muy buen gusto.
Porqué un cambio tan repentino hacia lo bonito?
Nada muy ostentoso, hasta zen es una palabra para describirlo.
La segunda pieza, para niño. Todas las telas con vichi azul pálido degradé, unos peluches donde el precio es palpable. Hasta ellos están vestidos con ropa de lino blanco.
Los libros solo son colecciones, todos del mismo porte y del mismo color.
Lyra piensa que es difícil hacer niños más cuadrados que de este modo.
En un rincón de su cabeza anota: "Recordar no hacer lo mismo".
Desde ahí nos pasamos a una pieza de niña. Los colores son naranjos y morados pasando por algunos rojos. Es una pieza de niña chica.
A Lyra le parece increible que aun no se hayan dado cuenta que Julie es grande ya, que los va a mandar a la mierda, que esta vez realmente se va a rebelar.
Pascale muestra objetos que compró en la misma tienda.
"Quieres alguno?
-El cumpleaños de Bleuette acaba de pasar, el próximo es el de mamá, a ella le gustan ese tipo de collares plateados.
-Llévatelo entonces.
-Muchas gracias."
Después el baño, Walter se está duchando, sale y se enrolla en una toalla mojada. Lyra le pregunta porqué no usa la seca que está plegada en el armario.
El le contesta que lleva mucho tiempo ahí y que por eso le da miedo. Lyra saca la toalla seca y empieza a desplegar en búsqueda de arañas.
Aparecían bichos con cola de escorpiones y mandíbulas grandes.
Y mientras pasaba el tiempo y más grandes se volvían los insectos.

No hay comentarios.: