domingo, 18 de julio de 2010

Día 13

Ljubljana, capital de Eslovenia.
Una ciudad hermosa, con su castillo y su catedral, dos lugares que valen la pena arquitectónicamente hablando.
También pasamos por el puente de los dragones.

Entonces tuve la magnifica, fabulosa, increíble idea de preguntar porque habían dragones ahí.
Me contestaron que el dragón era un símbolo de la cuidad ya que era originario de ahí el dragón que Jason mata en su viaje.
Existen los dragones? pregunté.
Obvio. Y si los quería ver, porque no hacer un pequeño desvío por Postojna antes de ir a Austria.
75km mas tarde nos encontramos en estas grutas mágicas, donde tomamos un tren que nos llevo donde viven realmente los bebes dragones, se llaman Olm.

Al verlos mi primera reacción fue apartar la mirada.
Me gustaría no quedarme viviendo en una gruta para el final de mis días, en el cuerpo de un anfibio sin poder explicarle a todos esos turistas que mi cuerpo se fue sin mi.
Entonces me contaron que a pesar de su desarrollo cuando son larvas, los ojos de los Olms se recubren con una piel que los deja solo sensibles a la luz, pero que no les permite mirarte realmente.
Concluí que no me robarían el alma y me encantaron.

Pueden pensar que soy rara, pero su parecido con los Axolotl me recordó a Cortazar, y preferí tomar precauciones.

A todo eso en Eslovenia se habla esloveno, menos mal teníamos un amigo austriaco que lo habla perfectamente que nos hizo recorrer todos esos lados porque admito no entender nada a ese idioma que suena hermoso, y que se ve hermoso escrito!

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