sábado, 17 de julio de 2010

Día 12

Recordaran la entrada de ayer sobre las injusticias del mundo.
Pues hoy pasamos una frontera, si no fuera porque aquí tengo que concentrarme para entender lo que dice la gente y que aquí me cohíbe hablar, nunca me hubiera dado cuenta.
Se paga con el mismo dinero, se comen cosas parecidas, la gente esta igual de soleada, y las cosas huelen igual.
Para llegar aquí atravesamos montañas, para llegar aquí atravesamos una frontera.
Cosas que el hombre de aquí ha logrado conceptualizar para que ya no existiesen.

No me quejo, solo es una observación.

Bienvenuti.

Venecia.

Una ciudad de la cual se sueña, una ciudad de la cual todos hemos oído hablar, que casi todos hemos contemplado que sea por imágenes o videos.
Donde la vida es un carnaval. Pero muy lejos del de Río de Janeiro.
La vida aquí es un carnaval como los de los tiempos del cortejo.
Del amor cortes.
La sensualidad se siente en la hermosura de las cosas, de las fachadas, de las mascaras, del aire que se respira, de las góndolas y del agua que esta presente en todos lados.

Cabe decir que hay una tonalidad erótica en Venecia, y es ese abanico de italianos con poleras sin mangas o con sudaderas, de piel soleada y que huelen a aceituna.

Viviendo aquí, aunque sea solo un dia, se entiende porque los Dioses Griegos se mudaron a Italia!

Comida mas comida.

Paisajes, mas cosas hermosas.

Hoy di una caminata sin fin, los puentes son por sus escalones una segunda dimensión en la cual temo perderme, pero finalmente siempre encuentro mi camino de vuelta, sin tomar dos veces el mismo.
Mi ayudante de funda 2 habrá sido bueno.

No hay comentarios.: