viernes, 16 de julio de 2010

Día 11

Playa, o no tanto la verdad.

La casa esta al borde de un precipicio que da al mar.
La corriente de aire aquí arriba es genial, con un abrigo un poco grande uno podría irse volando.
Con un poco de depresión, el mar no esta muy lejos hacia abajo, pero la muerte es segura.

Sol, esta fuerte, pero mi piel ya ha visto soles peores.
Un poco de bloqueador, una sombrilla, unas revistas, no de esas estúpidas estilo caras o tu, sino unas cosas interesantes, tanto sobre los últimos descubrimientos arqueológicos como la ultima ecuación matemática que permite aproximar la cantidad de seres vivos en el universo y su vulgarización.

En esos días olvido que soy un ser humano, cualquier animal haría casi lo mismo que yo, Carpe Diem.
En aquellos días no recuerdo que hay gente que muere injustamente, que como y que hay gente que muere de hambre, que tengo calor, hasta me quejo sin pensarlo, y que hay gente que muere de frío en la noche en otros lugares.
En estos días, la vida es bella, la vida es una utopía, la vida no es real.

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