Querido Kim,

Te dedicaría "un año de amor" de Luz Casal, pero siento que sería un tanto dramático.

Siempre confié en ti.
Sin importar los horrores que podían decir de ti, siempre te quise.
Fuiste asiduo y fiel, y por eso te agradezco.

Cuantas veces me reí, porque llamabas o porque me equivocaba.
Siempre que lo hacía me lo hacías notar sin que nunca pareciera un reto y nada malo.

Recuerdo las horas que hemos pasado por teléfono y las horas que te he echo buscar un papel en los montículos de cartas que te enviaba cada mes.

También recuerdo esperar tus mails o tus llamados. A veces me sentía toda una psicópata por la cantidad de veces que llamaba preguntando por ti.

Muchas veces sentía que me evitabas pero, seguramente para que no me diera pena, los demás me decían que no era porque quisieras, que no elegías, cuando volvías pedías disculpas y yo te seguía queriendo.

Te deseo lo mejor en lo que te quede de vida.

Te guardaré en mi corazón.

Anat